“¿Y QUE ES LA INTEGRIDAD? - UNA MIRADA DESDE LAS FORTALEZAS DE CARACTER
“Y, sobre todo, sé
fiel a ti mismo, pues de ello se sigue, como el día a la noche, que no podrás
ser entonces falso con nadie” ~ Polonio, Hamlet Acto III, William Shakespeare.
La palabra integridad viene del Latin integritas, que significa entereza, o
como le gusta decir a un colega Coach “wholeness”. Hoy la integridad representa una sensatez de
carácter y congruencia en los principios morales de una persona. Significa rectitud y honestidad. Y también es más; la integridad también es un
ideal, una meta por la cual vale la pena esforzarse. Para que un hombre o mujer “camine en integridad” es requerir de
disciplina y uso constante. Y si de
disciplina se trata, recordemos que la misma palabra integritas es una palabra marcial que viene de una antigua tradición
militar Romana.
En los tiempos de los 12 Césares, al ejército Romano
se le hacía inspecciones matinales diarias. Cuando el Centurión pasaba por
delante de cada Legionario, éste debía golpear el pectoral de su armadura con
su mano derecha justo sobre el corazón, zona donde la armadura debía ser más
fuerte para protegerlo de estocadas de espada o flechas. Al golpear su pecho, el Legionario gritaría
“¡INTEGRITAS!”, que significa que estaba entero, completo, virtuoso. El Centurión estaba atento a esta afirmación,
pero también al sonido que emitía una armadura bien tenida y reluciente. Si estaba satisfecho que la armadura estaba firme,
pasaría al siguiente Legionario.
Más o menos al mismo tiempo, la guardia Praetoriana
comenzaba a ocupar posiciones de poder e influencia, escogidos entre los soldados más
“políticamente correctos”. Estos recibían mejor equipamiento, pero ya no estaban obligados a gritar “Integritas”
para dar cuenta de una armadura firme.
En vez de ello, golpeaban el pecho y gritaban “Ave César”, significando
que su corazón pertenecía a la persona imperial, y no a su unidad o
institución. Ya no servían a un código o
causa de ideales superiores. Se armaban
para servir la causa de un solo hombre.
Un siglo después, eran conocidos los excesos de la Guardia Imperial. Entonces, para
significar una diferencia entre las dos organizaciones, el Legionario golpeaba
su pecho y gritaba “Integer”, que significa Inalterable, completo,
virtuoso. No solo indicaba que su
armadura estaba firme, también indicaba que el soldado portador de esa armadura
era firme en su carácter, su corazón estaba “en el lugar correcto”, y era de
altos estándares y conducta moral intachable, cosa que lo podía diferenciar de
las conductas inmorales de la guardia Praetoriana.
La integridad entonces, es la combinación de las
palabras “integritas” e “integer”. Se refiere a poseer una armadura firme o
construir una completitud, un wholeness.
Una entereza de carácter, una coraza imperturbable que protege y
sostiene a la vez una fidelidad uno mismo.
Es interesante esto, porque las palancas de esta Integridad de nuestro
ser son la honestidad y la autenticidad, y curiosamente se ubican en la virtud
del Coraje. Pareciera ser que no son
fortalezas del tipo “pasivas”, sino todo lo contrario, son “con otros”. Vale decir que aparecen y son puestas a
prueba en el contexto relacional. Son
fortalezas que movilizan a la acción social.
Seligman & Peterson (2004), definen esta
fortaleza en términos conductuales:
- · Un patrón regular de conductas que es consistente con los valores que defiende la persona. En simple, se practica lo que se predica.
- · Significa un reconocimiento público de tu convicción moral, aunque esta convicción no sea popular. (muy en la línea del coraje)
- · Tratar a otro con cuidado, ser sensible a las necesidades de otros.
¿Y que beneficios trae la integridad?
El componente de “se fiel a ti mismo”, que menciona el antes citado Polonio, es adaptativo ya que permite que modifiquemos
nuestro comportamiento para que seamos más efectivos en nuestra vida. Carl Rogers (1961) define al “ser humano
plenamente funcional” como alguien que podía tener sintonía fina con sus
estados emocionales cambiantes para aceptar e integrar esta información para
actuar en concordancia.
Actuar con integridad tiene un sinnúmero de
beneficios sociales. Toda la
investigación al respecto sugiere que las personas auténticas y honestas son
bien apreciadas, se benefician de redes sociales robustas, así como varios resultados positivos de mantener relaciones cercanas con otros. (Hodgins, Koestner & Duncan 1996;
Robinson, Johnson & Shields, 1995).
Por otro lado, Robinson et al (1995), descubrieron que las personas que
se autoevalúan balanceadamente tienden a ser percibidas por otros como
personas auténticas.
No es sorprendente entonces, que actuar con
integridad hace a los líderes más efectivos.
Busman (1992), encontró que cuando administradores educacionales se
hacían responsables de sus decisiones y lideraban sin manipular, los profesores
eran más propensos a confiar en sus decisiones y seguirlos. En el mundo de las organizaciones, las
relaciones y redes son mucho más efectivas cuando los líderes están cómodos con
“ser quienes son”, más que tratar de seguir relaciones con sus subordinados
estrechamente definidas por su rol. (Herman, 1971)
Finalmente, actuar sobre nuestra honestidad &
autenticidad puede ayudarnos a atraer y mantener una pareja. Cuando a las personas se les pide listar las
cualidades más deseables en una pareja, la honestidad casi siempre aparece en
el primer lugar (Steen, 2003). Podemos
perdonar a amigos, familiares y nuestras parejas por casi todo, pero es
especialmente difícil perdonarles por ocultar quienes son realmente.
- Partir
con evitar las “mentirillas” o “mentiras blancas” con amigos y familiares,
evitando especialmente los cumplidos insinceros. Si nos vemos
ahí, reconocerlo y disculparnos en seguida.
- Monitorear
nuestras “omisiones” diarias (no entregar la información necesaria y/o
oportuna) y reflexionar sobre cómo sería si hicieran lo mismo con
nosotros.
- Comparar
tu satisfacción con acciones honestas y significativas vs. aquellas
deshonestas o “vivezas”.
- Piensa
y actúa justamente en tu siguiente desafío, sin pensar en cómo te puede
afectar en posición, ingresos o popularidad.
- Busca
roles con dirección y objetivos claros.
- Observar
si tus siguientes 5 acciones son coherentes con tus palabras y viceversa.
Referencias:
Busman, D. (1992, April). The myth of the teacher resister: The influence of authenticity and participation on faculty trust. Paper presented at the annual meeting of the American Educational Research Association, San Francisco. (ERIC Document Preproduction Service No. ED249268
Handelsman, M.M., Knapp, S., & Gottlieb, M.C.
(2002). Positive ethics. In C.R. Snyder & S. J. Lopez (Eds.) Handbook of
positive psychology (pp 731-744). New York: Oxford University Press.
Herman, S. (1971). Toward a more authentic manager.
Training and Development Journal, 25(10), 8-10.
Hodgins, H.S., Koestner, R. & Duncan, N.
(1996). On the compatibility of autonomy and relatedness. Personality and Social Psychology
Bulletin, 22, 227-237.
Robinson, M.D., Johnson, J.T., & Shields, S.A.
(1991). On the advantages of modesty: The benefits of a balanced
self-presentation. Communication Research, 22, 575-591
Rogers, C. R. (1961). On becoming a person: A
therapist's view of psychotherapy. Boston, MA: Houghton Mifflin.
Robinson, M.D., Johnson, J.T., & Shields, S.A.
(1991). On the advantages of modesty: The benefits of a balanced
self-presentation. Communication Research, 22, 575-591.
Peterson, C. & Seligman, M.E. P. (2004). Integrity. Character strengths
and virtues: A handbook and classification. Washington, DC: American Psychological Association.
Steen, T. A. (2002, October). Sex and virtue: The desirability of character
strengths. Poster presented at The First
International Positive Psychology Summit, Washington, DC.
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