Mis fortalezas de mamá - El día de la madre como oportunidad de observar aquello que haces bien
El día de la madre me evoca desayunos-sorpresa en la cama, flores de todos los colores, mágicos inventos culinarios, y tarjetas dibujadas evocando gratitud y amor garabateadas con letra de niño. Es reconfortante, y a la vez llena el corazón. Aun así, siendo honesto, sé que ser buena madre es un trabajo duro y muchas veces ingrato. Entonces me pregunto, ¿Porqué todas las mujeres que conozco lo consideran como la labor más profunda y llena de sentido que jamás han tenido? Después de varias conversaciones al respeto, he llegado a la conclusión que es una oportunidad para invocar lo mejor de sí mismas para ayudar a sus hijos a crecer y ser su mejor versión en la búsqueda de lo que Martin Seligman llama “ la vida buena ”. Y de trás de todo el esfuerzo está la fuerza primordial del amor. Es lo que moviliza a las mujeres cuando las cosas son difíciles, así como les reconforta cuando todo va bien. De esta manera, este día de la madre, y pensando en los garabatos bien inte